LUIS DIAZ EN LOS DEPORTES

Gregg Popovich es ya una leyenda del básquetbol desde mucho antes de que suene el silbato final de esta serie. Para muchos, es el referente del entrenador de básquetbol.

Erik Spoelstra es el entrenador subestimado, que ganó bastante respeto de la afición con el campeonato obtenido por el Heat la pasada campaña y la racha de 27 victorias corridas del conjunto en la temporada regular, pero que puede despejar todas las dudas en esta final. Lo que aspira el entrenador del Heat con un segundo campeonato en fila, lo logró su contraparte de los Spurs al levantar el trofeo en 1999 y revalidar con sus siguientes tres títulos.

Sin duda, el duelo técnico-táctico entre Coach Pop y Coach Spoelstra será uno de los grandes atractivos de esta serie, al nivel de la presencia de LeBron James y Tony Parker, las batallas de Tim Duncan y Manu Ginóbili con el padre tiempo y el enfrentamiento de los dos equipos más exitosos de la NBA en los últimos 15 años.

Estrategas del 'time out'

Estos dos coaches, con la adición quizás de Doc Rivers, son los mejores de la NBA saliendo de 'time outs'. Y las estadísticas avalan eso. El Heat sale de un tiempo pedido por Spoelstra, y lograrán una jugada que termine en canasto o los ponga en la línea de tiros libres. Lo mismo pasa con Popovich en el otro lado.

Por esa característica, se anticipa una serie de infinidade de ajustes en ambos lados de la cancha, de minuto a minuto y de juego a juego.

Los contrastes

Pero son más las cosas que los contrasta que las que los une. El primer contraste es en cuanto a la veteranía. Pop, quien es el entrenador de los Spurs desde 1996 y ha ganado campeonatos en 1999, 2003, 2005 y 2007, tiene un control absoluto de la franquicia y hay quien dice que el gerente general R.C. Buford trabaja para Popovich y no lo contrario. Ningún equipo de los principales deportes profesionales de Estados Unidos ha ganado más títulos desde 1999 y eso le da tranquilidad y seguridad. Como sabemos, si es capaz de llamarle la atención, ya sea calmado o airado, a estrellas como Tim Duncan, Tony Parker y Manu Ginóbili, qué no podrá hacer con los otros jugadores.

En el caso de Spoelstra, todavía hasta el año pasado había gente que se cuestionaba en Miami si podrían ganar un campeonato con él al mando. Pero se quitó ese peso de encima el año pasado cuando ganó el campeonato con un gran trabajo de dirección frente a Oklahoma City. Se libró de las dudas y ha podido trabajar con más soltura y con menos presión.

No obstante, si bien es cierto que trata de establecer su filosofía, todavía tiene el temor de pisar callos. No posee ese control total del grupo que tiene el grupo que tiene Popovich& aunque en honor a la verdad, son muy pocos los coaches de la NBA de hoy que gozan de esa característica.

Aún con la falta de experiencia relativa de Spoelstra con la relación a Popovich, es un coach eficiente, una persona que anticipa muy bien lo que va a hacer el rival, que se prepara muy bien y cuyos conocimientos del juego son respetados por los jugadores.

Filosofías dispares

San Antonio, con una base grande de jugadores internacionales, es el equipo con el estilo de juego más parecido al básquetbol europeo e internacional. Tienen la filosofía de compartir la ofensiva y el protagonismo, además de compartir los minutos. Popovich puede usar una rotación de 10 a 11 jugadores en un partido sin problema alguno.

Miami, en cambio, depende bastante de sus jugadores estelares como primera opción, no tiene una rotación tan amplia como San Antonio. Pero a pesar de la diferencia de profundidad, Spoelstra comparte con Popovich la visión de que tiene que haber una contribución de todo el que entra en cancha para que haya éxito.

Lo que les quita el sueño

A Spoelstra, lo que más debe preocuparle es el juego compartido de San Antonio. Los dos equipos son excelentes tiradores de tres puntos y cada equipo va a tener que quitarle la línea de tres puntos al rival, pero en el caso de Miami, será preocupante las muchas armas ofensivas con las que San Antonio puede definir un juego.

El hecho de que San Antonio no es Parker, Duncan y Ginóbili nada más, sino que los jugadores complementarios tienen capacidad para anotar. El reto mayor de Spoelstra será sacar de la serie a esos otros jugadores.

En el caso de Popovich, tendrá que tomar la decisión de al menos tratar de frenar a LeBron James, algo casi imposible, y perder energía y esfuerzo en eso, o si por el contrario que LeBron haga lo que vaya a hacer y borrar de la serie a Wade y a Bosh. En la medida en que Indiana pudo hacer eso, tuvo éxito en la serie. Pero cuando Wade se soltó en el último juego, ahí vino la debacle para los Pacers.

La batalla de los ajustes

¿Qué se puede esperar de estos dos coaches desde la banca? La característica mencionada de lo bien que salen de los 'time outs' apunta a una serie de muchos ajustes cuando se vea que uno le toma la medida a otro con una estrategia.

Para dar un ejemplo que puede ser una locura: San Antonio pone una zona 2-3 y hace fallar dos o tres veces a Miami. Vendrá un 'time out' de Spoelstra y es posible que Miami anote en las próximas tres o cuatro posesiones o bien, anote dos veces corridas y haya que quitarla.

Se trata de dos equipos que están bien dirigidos y en el que los entrenadores entienden exactamente lo que tienen que hacer. Por lo tanto, habrá ajustes y contra ajustes, tanto en el mismo juego como en el siguiente. Si algo le afecta a un equipo en un partido, veremos con el antídoto para eso en el siguiente y por eso, es posible que no veamos dos juegos iguales en el aspecto técnico.

No todas las series son así. El año pasado, por ejemplo, Spoelstra le dio una 'pela' en el aspecto táctico a Scott Brooks y más recientemente, en la serie de segunda ronda del Este entre Indiana y Nueva York, Frank Vogel le dio una lección a Mike Woodson, que insistía en defender a la estrella y no le encontró la medida a la serie.

No hay una garantía de que todas las series tengan buen 'coaching'. Pero con Gregg Popovich y Erik Spoelstra en la línea, me atrevo a asegurarles que habrá una gran batalla de entrenadores.