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Dominicana aplastó a Argentina


Dominicana v ArgentinaFIBA AméricasMartínez hizo un gran partido en la pintura para el conjunto de Orlando Antigua
CARACAS -- El seleccionado argentino de básquetbol sufrió este sábado por la tarde una dura derrota ante su par de la República Dominicana, por 91-72, en un partido correspondiente a la segunda fecha del grupo B del Premundial de Caracas, certamen que entregará cuatro plazas para la el Mundial España 2014.
El equipo `albiceleste` diseñó una desconocida labor ante un rival que debutó y que evidenció un poderío ofensivo, que lo eleva a la condición de candidato si logra mantener el nivel.
El escolta James Feldeine, con 21 tantos, resultó el arma principal de un elenco caribeño, que sorprendió con una eficacia notable: 11 de 18 en tiros de tres puntos.
Argentina, que estuvo lejos de su mejor nivel, tendrá fecha libre el domingo y jugará recién el lunes, midiéndose con Venezuela, en el último turno, a las 21 de Buenos Aires.
El comienzo fue patrimonio del elenco dominicano. Con una intensa marca sobre Luis Scola, el conjunto centroamericano fue sintiéndose cómodo con las manos de Juan Coronado y Francisco García, el alero NBA de Sacramento Kings.
Así, República Dominicana, con un 61 por ciento de eficacia en los tiros de cancha en ese segmento inaugural, se puso 13-7, a falta de 4m. 42s. y ensanchó la diferencia con una corrida de James Feldeine (6 puntos, 2 robos) para situarse 24-13 (con 2m. 48s. por jugar)
Argentina, desconcentrada y floja en defensa, vivió su peor lapso con un doble del ingresado Eulis Báez, que desató el poco esperado 28-14 en favor de los caribeños.
En el inicio del segundo período, sendos triples de Laprovíttola y Selem Safar achicaron las cifras (22-28) y encendieron la ilusión. Pero otros dos tiros desde larga dimensión del base suplente Edgar Sosa le devolvieron aire a Dominicana (36-26).
Entonces, el DT Lamas apostó a la utilización del `doble base`, con Campazzo y Laprovíttola. Así, Argentina mejoró muchísimo en anticipo y circulación fluida para maquillar el dominio rival y quedar abajo apenas por un doble (39-41), cuando el desarrollo fue notoriamente desventajoso.
Pero en el tercer segmento, de entrada, quedó expuesto que no era la jornada de Scola ni de Argentina. Una corrida del base Coronado a los 2m. (47-39) fue el preanuncio de la debacle. Un cerebral y eficaz Feldeine (13 puntos en el cuarto) le permitió al equipo dominicano consolidar el dominio y llevar la ventaja a 11 (50-39).
Aunque un parcial 13-0 en contra dejó a la Argentina en un rol insólito, expuesta al papelón, con un 44-70 que dolía. Y mucho.
El tercer cuarto terminó con una ventaja de 23 tantos (72-49) a favor de los dirigidos por Orlando Antigua.
El segmento final estuvo de más. Porque Dominicana continuó `floréandose` y encestando desde diferentes sectores de la cancha, mientras que Argentina seguía debatiéndose en la impotencia, más allá de que una racha favorable le permitió maquillar la paliza.
SÍNTESIS DEL PARTIDO:
REPÚBLICA DOMINICANA (91): Juan Coronado 18, James Feldeine 21, Francisco García 9, Eloy Vargas 8, Yack Michael Martínez 12 (fi) Eulis Báez 8, Ronald Ramón 2, Elpidio Fortuna 2, Edgar Sosa 7, Richard Greer 0, Karl Towns 2, Edward Santana 2. DT: Orlando Antigua.
ARGENTINA (72): Facundo Campazzo 9, Adrián Boccia 2, Marcos Mata 5, Luis Scola 13, Marcos Delía 3 (fi) Juan Gutiérrez 12, Selem Safar 10, Nicolás Laprovíttola 13, Leonardo Mainoldi 3, Pablo Espinoza 2. DT: Julio Lamas.
PROGRESIÓN: República Dominicana 28-16, 41-39, 72-49 y 91-72
ÁRBITROS: Anthony Jordan (EE.UU.)-Cristiano Maranho (Brasil)-Jorge Vázquez (Puerto Rico)
ESTADIO: Poliedro (Caracas)
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Cómo se anota un juego de Béisbol?

Al terminar la MLB, toda nuestra atención se centra ahora en las ligas invernales del Caribe. Ya la competencia se está calentando y promete muchas emociones. Será un camino grandioso hasta que culmine la Serie del Caribe de Hermosillo en Febrero del 2013.
Pero hoy nos centraremos en hablar sobre unas de las facetas que menos se comentan sobre el juego de Béisbol, pero que es indispensable para los sabermétricos a la hora de manejar las estadísticas: la anotación de un juego de béisbol.
Para que nosotros podamos analizar y evaluar el juego de forma empírica a través de una base de datos, primero se debe recopilar toda la información que se pueda sobre todos los juegos de las respectivas ligas. Ahí es donde entra el trabajo del anotador, quien se encarga de llevar el registro de cada evento que ocurra durante la realización del partido.
Cada juego debe contar con un anotador oficial, y es el presidente de la liga el responsable de asignarle a cada encuentro su respectivo anotador, quien al finalizar del encuentro debe mandarle a la liga una hoja con un formato prediseñado, en donde a través de su respectiva nomenclatura, especifique cada evento ocurrido, de forma tal que no se pierda ningún detalle.
El formato de la hoja varía dependiendo de la liga. Es la liga la que decide que estadísticas son oficiales y de cuales se lleva registro. Generalmente mientras mayor sea la jerarquía de la liga, mas estadísticas se preocupan por guardar. Por ejemplo, en MLB se anota incluso los conteos de bolas y strikes, por lo que es posible armar estadísticas de disciplina en el plato. En cambio en la LVBP, los lanzamientos no son registrados. Y a pesar de que en la hoja se anotan, las estadísticas defensivas no son oficiales. De allí a que en la LVBP no se reparten premios a los mejores jugadores defensivos al finalizar la temporada, como lo son los Guantes de Oro de la MLB.
Ser anotador no es un trabajo fácil, ya que se requiere de mucha práctica y pericia para poder realizar el trabajo fluidamente, además de un profundo conocimiento del reglamento del juego. En nuestra modesta opinion, no deberia ser un trabajo que todavia se realice manualmente, pero ese ya es otro tema.
El pasado martes 6 de Noviembre, pude vivir la experiencia de anotar un juego gracias a la invitación del Sr. Gil Reyes, con quien compartí la anotación del juego entre Tigres de Aragua y Navegantes del Magallanes en el Estadio José Bernardo Pérez de Valencia, Venezuela.
Gil Reyes, es anotador oficial de la LVBP, uno de los más reconocidos y con mayor experiencia. Adicionalmente es miembro invitado de la Society for American Baseball Research (SABR), después de que encontró incongruencias en el reglamento de beisbol. Nadie mejor para aprender sobre la profesión de la anotación.
Gracias a esta experiencia podemos traerles a ustedes como luce una hoja oficial de anotación de la LVBP, como la podrán ver a continuación:
Los recuadros de colores fueron agregados para explicar mejor cada área. El área señalada en rojo, es donde se anota la estadística “Play by Play”, si bien estamos acostumbrados a verla en forma escrita y no en esta nomenclatura, pero es la parte más importante de todo, y es donde se registra la acción del juego y de donde sale todo lo demás. El área señalada en azul es la totalización de las estadísticas ofensivas ocurridas en el “Play by Play”. Es lo que comúnmente vemos ya ordenado en el Box Score. El área señalada en verde es la totalización de las estadísticas del pitcheo del equipo contrario, y generalmente las vemos ya ordenadas en el Box Score también. El área amarilla es el cuadro de comprobación, que usa la fórmula de las carreras anotadas más los dejados en base y las veces puestos outs, siendo el resultado igual a las apariciones legales luego de la totalización. Si no se cumple la igualdad las anotaciones deben ser revisadas, porque algo está mal totalizado. La hoja de anotacion es de 2 caras, y al voltearla se observa el mismo registro pero para el otro equipo y el otro cuerpo de lanzadores.
Pero después de que se anota el juego ¿Cuál es el siguiente paso? ¿Qué podemos lograr con la información que nos brinda la hoja?
Para eso además creamos el siguiente mapa mental para ilustrar mejor que se podría lograr:Seguro en este momento usted se ha asombrado al observar que al final se puede extraer el WAR de una hoja de anotación ¿Realmente se puede calcular el WAR para las ligas invernales?
La respuesta es sí. Si bien no se posee la tecnología para calcular el UZR como lo hace el WAR de Fangraphs, con la data “Play by Play” podríamos calcular el UBR y el Total Zone, tal como lo hace el WAR de Baseball Reference. Sumado al wOBA y al FIP, podríamos calcular el valor ofensivo, defensivo, velocidad en las bases y de pitcheo medido en carreras y al ajustarlos al promedio de la liga y de los parques ¡Eureka! tendríamos el WAR.
Ya poseemos una hoja de anotación, lo que hace falta son todas las demás, además de la titánica tarea de recopilar todos las estadísticas en una base de datos dinámica, para que después se le puedan aplicar las fórmulas correspondientes, las mismas que se usan para la MLB. Quizás no sea mañana, quizás no sea pasado mañana. Pero algún día llegaremos a ese punto. La Sabermétrica es el futuro, sólo falta que las gerencias de los equipos de las ligas invernales, se percaten de eso.
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Origen de la Sabermetría

Para determinar el origen real de la Sabermetría* (entiéndase el estudio objetivo de estadísticas en el béisbol), debemos remontarnos hasta 1947 cuando el dueño de los Brooklyn Dodgers, Branch Rickey, contrató a Allan Roth para contabilizar las estadísticas del equipo neoyorquino. Roth se encargó de almacenar todo tipo de estadísticas con los fines de medir a los jugadores de los Dodgers, las cuales iban desde la utilización de una autentica fórmula para medir el porcentaje de embasarse, hasta el cálculo del promedio de bateo con jugadores en posición anotadora y el desempeño de éstos en los diferentes conteos de bolas y strikes.
* Cuando decimos que el origen de la Sabermetría se remonta a 1947, no nos referimos al origen de la colección de estadísticas, la cual se remonta tan atrás como 1837, cuando el Club Olímpico de Filadelfia (quien jugaba una forma de béisbol llamada Town Ball) ordenó que se colectaran todas las carreras anotadas por sus jugadores.
El primer libro Sabermétrico publicado fue “Porcentajes del Béisbol” (Baseball Percentages) escrito en 1964 por Earnshaw Cook. Dicha publicación, aunque constituyó una verdadera innovación literaria en el análisis de estadísticas de béisbol, no fue de gran acogimiento entre los equipos de grandes ligas, los cuales se negaban a tomar en cuenta los hallazgos y recomendaciones de Cook, a pesar de que algunos equipos se encontraban inmersos en temporadas sumamente mediocres.
Pero aunque Cook no pudo convencer a ningún equipo de grandes ligas en emplear sus hallazgos, sí pudo motivar a un joven llamado Eric Walker a nutrirse de los mismos, los cuales sirvieron de base a estudios realizados posteriormente por éste y publicados en su primera colección de ensayos conocida como “El Siniestro Primera Base” (The Sinister First Baseman), publicación que detallaba la construcción de una filosofía estadística basada en poder y porcentaje de embasarse. Dicha publicación logró la atención de un joven ejecutivo de los Atléticos de Oakland llamado Sandy Alderson, quien contrató a Walker como consultor. Este fue el verdadero comienzo de la filosofía sabermétrica de los Atléticos de Oakland.
Pero sin dudas el más famoso de los sabermétricos es Bill James, quien en los años 70s era un simple aspirante a escritor y un fan empedernido del béisbol. James adoptó el inusual pasatiempo de escribir  artículos de béisbol para su uso personal durante su trabajo como guardia de seguridad en una factoría de  frijoles. Pero lo verdaderamente atípico del pasatiempo de James era que sus artículos no recopilaban los sucesos particulares de un partido, ni los comentarios hechos por los jugadores después del juego, sino más bien que se concentraban en responder preguntas específicas sobre el desempeño de los jugadores, mediante la presentación y análisis de datos en una forma vivaz e inteligente. Ejemplo de esto sería el enfoque de James en responder a preguntas tan inusuales como la de cuál batería de pitcher y cátcher permitía la mayor cantidad de bases robadas.
Los editores a los cuales se acercó James consideraron que sus escritos  nunca iban a alcanzar el gusto del público, por lo que James tuvo que arriesgarse a publicar por sí mismo sus artículos. El primero de estos artículos fue publicado en 1977 bajo el nombre de “Abstractos de Beisbol”(Baseball Abstracts), donde a través de 80 páginas analizaba y comentaba los box scores de la temporada anterior. Durante las próximas cuatro ediciones, la lectoría de los Abstractos de James aumentaron de manera desproporcionada, por lo que James autorizó a que la publicación fuera hecha en lo adelante por una casa editora. Esta popularidad de los escritos de James ha sido la motivación de muchos de los trabajos realizados por los sabermétricos de hoy en día, los cuales basan parte de sus estudios en las estadísticas y parámetros mencionados por James en sus Abstractos.
Aunque han existidos numerosas publicaciones sabermétricas luego de la aparición de los Abstractos de James, el libro que en realidad dio a conocer a gran escala los trabajos sabermétricos fue el libro Moneyball (2003) escrito por Michael Lewis. En el libro se detallan las estrategias que utilizó la oficina de los Atléticos de Oakland, dirigidas por su gerente general Billy Beane, a los fines de hacer más productivo su reducido presupuesto. Moneyball, no es un libro de béisbol, sino más bien un libro de estrategia de negocios basado en la premisa de que en un mercado competitivo, el administrador audaz (de mercado pequeño) debe diferenciarse de sus competidores a través de la optimización de sus recursos, mediante estrategias únicas, pero eficientes. En el caso de los Atléticos, la estrategia era la de adoptar un método de selección (draft) concentrado en obtener jugadores con altos porcentajes de embasarse, sin tomar en cuenta los métodos clásicos de scouting. Bajo este concepto y con la ayuda de genios de la matemática y la estadística como lo eran Paul DePodesta (actual vicepresidente de operaciones de los Padres de San Diego) y J. P. Ricciardi (actual gerente general de los Azulejos de Toronto), Beane logró clasificar a los Atléticos de Oakland a la postemporada durante 4 años seguidos, sin contar con un presupuesto exorbitante, ni con firmas de consideración.
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Béisbol Curioso: El Triple Play

Los Dark Blues de Hartford fue el primer equipo en realizar un Triple Play.
Muchos creen que la mejor razón para asistir a un partido de béisbol es la oportunidad de presenciar algo extraordinario, quizás jamás antes visto. Ese algo puede ir desde un juego perfecto o un cuadrangular dentro del parque, hasta el establecimiento de un record histórico. Si bien es cierto que muchos de estos momentos llegan inadvertidos, la mayoría nos regalan la oportunidad de una antesala para apreciar la magnitud del momento. En el caso de un juego perfecto tenemos 26 outs llenos de expectativas y cábalas, que culminan con la inmortalidad terrenal del lanzador; en el caso de un cuadrangular dentro del parque, aunque corto en duración, contamos con la exactitud de un batazo perfectamente colocado en los canales, acompañado del excitante running del bateador alrededor de las bases. Pero hay una jugada, sin dudas extraordinaria, que no permite parpadeo alguno por parte del espectador para poder disfrutar de su ejecución y hacer valer el ticket de entrada del partido: el triple play.
Según la Sociedad Americana para la Investigación del Béisbol (SABR por sus siglas en inglés) hasta la fecha se han efectuado 687 triples matanzas en la historia del béisbol organizado, y aunque la cantidad suene exagerada, hay que tener en cuenta que la gran mayoría de estas triples matanzas ocurrieron previo a la Era Moderna del Béisbol, época en la cual la labor del lanzador era colocar un buen lanzamiento para que el bateador conectara en terreno fair.  En los últimos años el promedio de triple matanzas por temporada ha sido de 3, por lo que si tenemos en cuenta que al año se realizan 2430 partidos, los chances de presenciar un triple play son de 0.001%.
El primer triple play documentado en la historia del juego, ocurrió el 13 de Mayo de 1876, en un partido entre los equipos New York Mutuals y Hartford Dark Blues. La jugada, la cual fue anotada como 4,3,4, fue una línea fuerte de Dirk Higham atrapada de aire por el segunda base, quien rápidamente lanzó al primera base, logrando poner de out al corredor que se había despegado, y quien posteriormente devolvió al segunda base para atrapar al corredor que se había despegado de la segunda base.  Lo interesante de esta jugada, es que en una época donde no había transmisiones en vivo de los partidos (la primera transmisión de radio de un partido de béisbol fue el 5 de Agosto de 1921), quienes asistieron al estadio quizás no tuvieron el chance de apreciar este gran momento a plenitud, ya que el triple play es la jugada que mejor define lo que conocemos como un “heads up play”, donde cada segundo cuenta y el instinto del jugador defensivo juega un rol preponderante.
En la historia de las Grandes Ligas, sólo en 12 ocasiones se ha realizado un Triple Play sin asistencia, siendo ejecutado el primero por Neil Ball, campo corto de los Naps de Cleveland en 1909. De estas 12 triples matanzas, sólo una ha sido realizada por un primera base (George Burns de los Medias Rojas de Boston en 1923), y como dato curioso, nunca un 3ra base ha realizado un triple play sin asistencia.
Es importante señalar que sólo 59 triple matanzas han involucrado a un outfielder, de las cuales sólo 5 han culminado con el último out siendo realizado por el jardinero, todas involucrando un run down del corredor. Precisamente una jugada de este tipo es el triple play más largo realizado en la historia, el cual fue anotado como 6-2-5-1-5*-4*-5-6-5-7*.  Dicha jugada fue descrita de la siguiente manera:
Ivy Olson (Cleveland) al bate. Olson conecta un rodado que el campo corto (Jack Barry) deja caer. El corredor que se encontraba en segunda (Ray Chapman) logra avanzar a tercera base, y el bateador (Olson) llegó quieto a primera base al momento que el campo corto logra recuperar la pelota (nótese que hasta aquí todo sigue un curso normal). El corredor que se encontraba en tercera (Doc Johnston) no avanzó con la jugada (primer error mental), por lo que el campo corto aprovecha para lanzar la pelota al cátcher (Ira Thomas), quien luego la lanza al tercera base (Frank Baker), quien a su vez la lanza al pitcher (Byron Houck) quien se encontraba cubriendo el home plate, quien procede a lanzar nuevamente la pelota al tercera base, quien le hace out a Johnston (1er out). El corredor que estaba en segunda y que había avanzado a tercera base (Chapman), se devuelve a la segunda base para evitar la doble matanza con el run down de Johnston, coincidiendo en esta base con el bateador Olson, por lo que el tercera base aprovecha para lanzar al segunda base (Eddie Collins), quien toca con la mano enguantada a ambos jugadores, por lo que por regla se considera out al jugador que alcanza de último la base (2do out). Ahora es cuando una jugada atípica, se convierte en histórica. Chapman, creyendo que era el jugador puesto out, se aleja de la segunda base, y cuando reconoce que el out fue hecho a Olson y no a él, corre hacia tercera base, ocasionando que el segunda base lance la pelota al tercera base, y que luego éste la lance al campo corto en el run down, para que luego sea lanzada nuevamente al tercera base, quien finalmente la lanza al jardinero izquierdo para hacerle el tercer out a Chapman.
En esta jugada participaron 6 diferentes jugadores defensivos, y la pelota fue intercambiada 10 veces.
Un dato que al principio puede parecer sorprendente, es el hecho de que 28 veces un partido ha culminado con una triple matanza, pero si analizamos que en la historia se han realizado 687 triple matanzas, notamos que el promedio por cada medio inning es de 38 triple matanzas, por lo que la suma de 28 no se aleja de esta media aritmética.
Aunque una triple matanza concluye una entrada, en 22 ocasiones un corredor ha logrado anotar durante un Triple Play, algo raro ya que en una situación con hombres en posición anotadora, el jugador defensivo siempre procura sacar al corredor adelantado.
Otro dato curioso que provoca la triple matanza, lo es el hecho de la línea de box scores de los lanzadores relevistas que logran sacar los 3 outs enfrentando a un sólo bateador. Debajo una lista de los lanzadores que han corrido con esta suerte:
 
Esta ha sido una pequeña reseña histórica de una de las jugadas más emocionantes del juego: la Triple Matanza. Y recuerda, que si alguna vez logras presenciar una triple matanza realizada por un tercera base sin asistencia en un partido de Grandes Ligas, siéntete libre de jugar la lotería.
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Béisbol Curioso: La extraña regla del cuarto out.

¿Ha escuchado usted alguna vez de un cuádruple play? Lo más seguro es que no, ya que en el béisbol sólo se permiten  3 outs por entrada. Como en el juego no existe un reloj que determine las oportunidades ofensivas y defensivas, los outs se convierten en el tiempo de juego, siendo éstos los chances con los que cuenta un equipo para producir ofensivamente. Tan pronto un equipo es sacado de out en 3 ocasiones, el inning acaba inmediatamente. Ahora, si le dijese que una jugada de cuatro outs es posible, ¿me lo creyese?
Hasta ahora usted había escuchado de OVNIs, cisnes negros y chupacabras, pero estoy seguro que nunca sobre un cuarto out. Inclusive, con lo difícil que es realizar una triple matanza, la posibilidad de que en una misma jugada se puedan hacer cuatros outs resulta bastante remota. ¿Cómo sería una jugada de este tipo? ¿Comenzaría con un batazo corto frente al cátcher en una situación de bases llenas, donde éste pise el plato y tire a tercera base, y luego los demás infielders completen los outs forzados alrededor del cuadro?  ¿Cuántos hermanos Molina deben estar en las bases para que esto pase? Estas preguntas pueden perturbar a cualquiera por encima de la posibilidad de la existencia del chupacabras (especialmente lo de la posibilidad de que exista un cuarto hermano Molina que pueda hacer esto posible). Pero aunque pueda sorprenderle, si ha existido una jugada de cuatro outs en la historia de Grandes Ligas.
El curioso hecho sucedió el 1ro de Julio de 1903, durante un juego de los Cardenales de San Luis y los Gigantes de Nueva York en el Polo Grounds. En el sexto inning, los Cardenales llenaron las bases sin outs, con Homer Smoot al bate. Smoot conectó un elevado al center field, el cual fue capturado por el Salón de la Fama Roger Bresnahan (mejor conocido como cátcher que como outfielder). Bresnahan,, sacó de out a Clarence Currie quien había salido desde tercera base en la jugada. Luego el cátcher Jack Warner lanzó a la segunda base para sacar de out al corredor Patsy Dononvan quien había salido desde la primera base en la jugada. Hasta este momento tenemos un extraño triple play comenzado con un out en el outfield; pero lo verdaderamente insólito estaba a punto de ocurrir. John Farrel, corredor que estaba en segunda, salió disparado para el home ante la posibilidad de que Dononvan fuera cantado “safe” en la jugada en segunda base. El campo corto George Davis, actuando por instinto, tiró un strike al home para sacar de out a Farrel para completar el mítico cuarto out.
A pesar de que la  jugada anterior no contó como un cuádruple play, sorprendentemente en las reglas del béisbol se sopesa la posibilidad de un cuarto out en una jugada. Según esta regla, contenida en el acápite 7, numeral 10, un cuarto out es posible cuando éste sea realizado en una jugada de apelación. La regla se lee de la siguiente manera:
Regla 7.10
En jugadas de Apelación, un umpire (arbitro) puede estar obligado a reconocer un cuarto out. Si el tercer out se hace durante una jugada que es apelada sobre la condición (de out o safe) del corredor, la decisión de apelación precede en la determinación del out*.
*Técnicamente, el cuarto out remplaza el tercer out para mantener la estructura de 3 outs por inning.
Ahora bien, usted se preguntará cuál es la necesidad de sacar un cuarto out si ya con 3 es suficiente. Aunque una jugada de este tipo tiene pocos chances de ocurrir, la necesidad de un cuarto out viene dada cuando éste tiene la posibilida de prevenir que se anote una carrera. Un ejemplo de una jugada de este tipo sería la siguiente:
Bases llenas, sin outs. El bateador conecta elevado al center field, quien captura (primer out).  Corredores de primera y segunda salen con el batazo, siendo puestos out en la jugada al tratar de volver a la base. Tiro del center field al segunda base (segundo out). Tiro del segunda base al primera (tercer out). En la jugada, el corredor de la tercera base anota previo al tercer out, haciendo pisa y corre desde tercera. La defensa puede apelar la carrera, lanzando a la tercera base en caso de que el corredor no haya pisado la misma en el pisa y corre. Si el umpire determina que el corredor no pisó la base, el corredor se canta out y se elimina la carrera. ¡Cuádruple Play!
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Cuánto vale el record de cuadrangulares de Barry Bonds?

En días recientes, mientras manejaba por las calles de Santo Domingo, me encontré con un humilde vehículo que anunciaba los servicios de un plomero (fontanero) que se hacía llamar el “Agente 755”. No sé si esto sea algo común, pero en mi caso los números usualmente los relaciono con algún objeto o con alguna persona. Así es pues que el anuncio del Agente 755 me trajo a la mente la bizarra imagen de Hank Aaron debajo de un fregadero. ¡Qué mente más retorcida tengo!
Pero lo interesante de todo esto no fue para mí lo del plomero jonronero, sino que en ese momento fallé en acordarme del actual record de cuadrangulares. No estoy hablando de que no me acordaba de Barry Bonds, ni de la imagen de éste levantando las manos luego de conectar un aldabonazo por el jardín derecho del AT&T Park. A lo que me refiero es que en ese preciso momento, por mi cabeza pasaron imágenes de tuberías, alicates, llaves grifa y alcantarillados, pero nunca la imagen de Bonds (aunque algunos podrían decir que la imagen del alcantarillado fue una asociación).  Y es que a pesar de mi anormal costumbre de ligar números con imágenes extrañas, Bonds y su record de jonrones no me traía a la mente cifra alguna. ¿Serian 762 o 766, o quizás 780? Para serles sincero, en ese instante no tenía la más mínima idea.
Es curioso como todos tenemos cierta memoria ilustrativa en cuanto a ciertas marcas en el béisbol.  Por ejemplo si nos mencionan el número 56, inmediatamente nos acordamos de Dimaggio rompiendo un cartel con la racha de partidos conectando de hit. En el caso del 4256, nos recuerda a Pete Rose aguerridamente lanzándose de cabeza en la tercera base, mientras que el 61 nos recuerda a un tímido Maris recibiendo la pelota del cuadrangular histórico de manos de un fanático. Pero me atrevería asegurar que muy pocos de ustedes cuenta con una imagen o recuerdo del 762 de Bonds (así es, 762 es el número de cuadrangulares de Bonds; no nieguen que les evité la visita por Baseball-Reference).
Todo este fontanero preámbulo nos lleva a la reciente noticia de la suma que pagarán los Ángeles de Anaheim a Albert Pujols en caso de que rompa la marca de cuadrangulares de Bonds. Según nos informa Jon Heyman de CBS Sports, el contrato de Pujols incluye un incentivo de 7 millones de dólares por romper la marca histórica de cuadrangulares. En un principio me encontré dicho incentivo sumamente bajo para una marca de esta magnitud y más aún si se toma en cuenta el hecho de que el equipo californiano está dispuesto a pagar (en el mejor de los casos) 30 millones de dólares por un bateador designado en el 2021. Pero en ese justo momento recordé al Agente 755 en su humilde transporte anunciando servicios de plomería y me acordé de la cifra que para mí si tenía un significado hasta hace unos días. Si Bonds no hubiera roto la marca de Aaron, quizás el incentivo de 7 millones estaría justificado. Pero, ¿qué valor histórico le dan los fanáticos a la marca de Bonds?
No digo que Bonds no merece ostentar la marca de cuadrangulares, ni nada por el estilo, ya que ese no es el punto de este artículo. Lo que digo es que en nuestra memoria histórica, el record de Bonds, por “x” o por “y” razón, no tiene el valor que tiene la marca de Aaron. De seguro Anaheim le sacará ventaja en beneficios mercadotécnicos a un posible record de cuadrangulares de Pujols, y de seguro lo haga muy por encima de los 7 millones, pero para muchos fanáticos del béisbol, la actual marca de cuadrangulares no tiene ese precio.
Pero para ser sincero, quizás yo no sea el más indicado para decirle qué vale o no vale 7 millones de dólares en estos tiempos, pero lo que si les puedo asegurar es que si ”googlean”  - Home Run 755, Bonds, Plomero -, encontrarán algo que al menos para mí, no tiene precio.
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Top 100 jugadores de todos los tiempos según Bill James

En el año 2001 Bill James publicó su nuevo Abstracto Histórico del Béisbol (The New Bill James Historical Abstract), en el cual recopila magistralmente en una primera parte la esencia de cómo ha evolucionado el juego década por década desde sus inicios, describiendo además los problemas que afrontó la liga, sus principales jugadores y los líderes de las principales categorías. En una segunda parte James ofrece su lista de los mejores 100 jugadores de la historia, y los mejores 100 en cada posición. Aunque la primera parte del libro de James merece sin dudas un artículo donde podamos analizar esta joya (y quizás uno no sea suficiente), en esta ocasión trataremos la lista de los 100 mejores jugadores del Abstracto Histórico de Bill James.
Primeramente debemos hacer referencia a como James llegó a realizar el posicionamiento de estos jugadores. Lo primero es que James durante la década de los 90s refinó la estadística creada por éste llamada Carerras Creadas (Runs Created, en lo adelante RC). El problema principal de RC era que en ocasiones la cantidad de carreras creadas por un jugador sobrepasaba o quedaba corta de la cantidad de carreras creadas por su equipo, dando al traste de que en estas ocasiones dichas carreras tuvieran que ser ajustadas para que la suma de carreras de todos los jugadores resultará en la cantidad de carreras del equipo. Para esto James acudió a la creación de una nueva fórmula para la estimación de victorias diferente a la formula Pitagoreana ya anteriormente creada por él. Para esto acudió a la formula llamada Proporción de Victorias (Win Shares, en la adelante WS). Aunque el WS no resultaba en una formula más acertada que la formula Pitagorena para predecir el número de victorias de un equipo, si le permitía ajustar la cantidad de carreras creadas de cada jugador a la cantidad de carreras anotadas por su equipo.
Pero James se percató de que los WS no hacían justicia a jugadores con carreras cortas pero extraordinarias. Como ejemplo hizo la comparación entre Joe DiMaggio (385 ws) y Rusty Staub (356 ws). Si se fijan los WS de DiMaggio y los de Staub no se encuentran muy distanciados, a pesar de que DiMaggio fue un jugador claramente superior. La cercanía de los WS se debe a que Staub jugó más temporadas y  por el hecho de que DiMaggio tuvo un periodo de ausencia de tres temporadas en las cuales se integró al Ejercito de EEUU durante la Segunda Guerra Mundial.
Para compensar por esta deficiencia, James procedió a tomar en cuenta los siguientes factores:
1-      Total de WS de cada jugador;
2-      El promedio de WS de las 3 mejores temporadas de cada jugador;
3-      El promedio de WS de las mejores 5 temporadas consecutivas de cada jugador;
4-      La estimación de WS de cada jugador por cada 162 juegos;
5-      Un ajuste por la época de nacimiento de cada jugador;
6-      Un componente subjetivo que le permitiese a James manejar factores que no se reflejen en las estadísticas.
Sobre los factores introducidos por James, quedan claramente comprendidos todos excepto dos, que son el ajuste por época de nacimiento y el componente subjetivo. En cuanto al ajuste por época, James pasa a explicar que cada generación de jugadores de beisbol profesional ha sido mejor que la anterior dando a entender que la generación actual  será mejor que cualquier otra que haya alguna vez jugado el juego. Para eso, James crea la siguiente fórmula:
Año de Nacimiento – 1800/ 10 = Ajuste de Época Rating Bill James
En cuanto al componente subjetivo, James explica que es un número entre 1 y 50 elegido para ayudarlo ajustar los siguientes factores:
1-      Estadísticas no documentadas de las carreras de un jugador  (este ajuste es básicamente realizado para aquellos jugadores que batallaron en la Segunda Guerra Mundial, por lo que el ajuste no aplicaría para aquellos jugadores que fueron suspendidos, retirados o se lesionaron durante el curso de su carrera);
2-      Diferencias en el calibre de competición (igualmente este ajuste es realizado para aquellos jugadores que permanecieron jugando durante el periodo de la Segunda Guerra Mundial y enfrentaron oponentes de menor calidad);
3-      Actuación en Series Mundiales (Aquí James explica que aunque pareciese injusto calcular estadísticas de unos cuantos juegos en los cuales todos los jugadores no tienen chance de participar, hay algunos jugadores cuyos magníficos números durante Series Mundiales no pueden pasar por desapercibidos);
4-      Liderazgo positivo y negativo (sin dudas el factor más subjetivo y controversial de esta lista, no tengo dudas de que Roger Hornsby fue afectado por su actitud negativa al juego);
5-      Actuación en el clutch (aunque James claramente descarta la habilidad de batear en el clutch, hace mención de la necesidad de reajustar algunos puntos de algunos jugadores basados en su historial de producir o no producir en momentos de clutch);
6-      Contribuciones especiales aportadas por los jugadores no definidas por estadísticas (en cuanto a esta estadística menciona jugadores que rompieron barreras, con mención especial de Jackie Robinson);
7-      Valor defensivo más allá de lo acumulado en los WS (este ajuste Bill James lo realiza en base a su Win Based Fielding Analysis el cual trataremos en un próximo artículo).
Resumidos los factores tomados en consideración por Bill James para llegar a esta lista procedemos a continuación con la lista de los mejores 100 según Bill James:
1Babe Ruth11Tris Speaker
2Honus Wagner12Henry Aaron
3Willie Mays13Joe Dimaggio
4Oscar Charleston14Lou Gehrig
5Ty Cobb15Joe Morgan
6Mickey Mantle16Barry Bonds
7Ted Williams17Satchel Paige
8Walter Johnson18Eddie Collins
9Josh Gibson19Lefty Grove
10Stan Musial20Pete Alexander
Los nombres que resaltan en los primeros 20 de Bill James son los de Oscar Charleston y Josh Gibson, quienes jugaron en las Ligas Negras por la segregación racial. Aunque de igual forma lo hizo Paige, éste tuvo el chance de jugar en las Ligas Mayores y por esto es de mayor remembranza para los fanáticos del béisbol. Cabe resaltar que tanto Gibson como Paige jugaron en la temporada de 1937 en la República Dominicana para los Dragones de Ciudad Trujillo.
Por otro lado, la lista igualmente incluye al controversial Barry Bonds, pero cabe resaltar que para la fecha en que Bill James publicó su Historical Abstract, Barry Bonds era mejor conocido (y quizás odiado) por su temperamento y egocentrismo y no por su alegado uso de esteroides. En la publicación realizada por Baseball Prospectus, Baseball Between the Numbers, aparece una comparación de los números de Bonds y Ruth tomando en cuenta sus números llevados a un plano neutral compensando por la diferencia de época, lanzadores, parques y condicionamiento, en el cual Ruth supera por muy poco a Bonds en la lucha del mejor jugador de todos los tiempos. Es posible que por la fecha del estudio (2003) Bonds tuviera espacio para pasar a Ruth, pero será difícil llegar a tal conclusión con la mancha que siempre tendrá Bonds sobre su carrera.
Números de Bonds hasta 1999:
# TemporadasHitsHrsExtrabasesBases RobadasOBP.SLUGAVG.
142010445933460.330.416.288
Números de Bonds desde el 2000:
# TemporadasHitsHrsExtrabasesBases RobadasOBP.SLUGAVG.
892531750754.517.724.322
En cuanto a Honus Wagner, me sorprende que en las conversaciones sobre los mejores jugadores de todos los tiempos no se le mencione más a menudo. Quizás la popularidad de Ruth y Mantle con los Yankees y lo controversial que fue Ty Cobb, tengan que ve en el hecho de que el fanático común no sepa mucho sobre la carrera del mejor campo corto de todos los tiempos.
Números de por vida de Honus Wagner:
# TemporadasHitsHrsRBIBases RobadasOBP.SLUGAVG.
2134201011733723.391.467.328
21Mike Schmidt31Mark McGuire
22Rogers Hornsby32Jackie Robinson
23Cy Young33Pete Rose
24Frank Robinson34Eddie Mathews
25Turkey Stearns35Craig Biggio
26Rickey Henderson36Warren Spahn
27Pop Lloyd37Carl Yastrzemski
28Mel Ott38Tom Seaver
29Jimmie Foxx39Arky Vaughn
30George Brett40Nap Lajoie
Sin dudas la parte de la lista más controversial es la inclusión de Craig Biggio en los mejores 40 jugadores de la historia. James argumenta que Biggio fue mejor jugador que Griffey Jr. en los años 90s, basado en el hecho de que Biggio contribuyó más que Griffey en cada una temporada de la década basado en Win Shares. Si comparamos ambos jugadores basados en Carreras Creadas temporada por temporada vemos que Griffey le llevaba ventaja en este departamento, por lo que los ajustes de James contribuyeron a que Biggio alcanzará una posición más alta que Griffey en la lista.
TemporadaBiggioGriffey Jr.
198811
19896565
199068103
199179118
199295104
1993107147
199498117
199512150
1996107142
1997148152
1998142142
1999120139
200064118
200111272
20027930
20039736
2004102100
200591106
20066963
200757100
200875
200955
20105
Total18321994
Otra parte controversial de la lista es la exclusión de Hornsby de los primeros 10, lo cual James atribuye al hecho de que Hornsby no fue un buen segunda base defensivo, aunque entiendo que esta no ha sido la única razón, ya que por la lectura del Historical Abstracts se puede notar que James tampoco es muy fanático de la actitud de Hornsby dentro y fuera del terreno.
41Yogi Berra51Sandy Koufax
42Christy Mathewson52Smokey Joe Williams
43Mule Suttles53Roy Campanella
44Johnny Bench54Tony Gwynn
45Jeff Bagwell55Robin Yount
46Bob Gibson56Bob Feller
47Kid Nichols57Reggie Jackson
48Cal Ripken58Ryne Sandberg
49Roger Clemens59Charlie Gehringer
50Duke Snider60Wade Boggs
Nuevamente James nos sorprende ahora con la inclusión de Jeff Bagwell dentro de los mejores 50 jugadores. Bagwell será siempre recordado por su increíble paciencia en el plato, siempre siendo  comparado con Frank Thomas en este aspecto.  Lo que llama la atención de esta inclusión de James no es el hecho de que Bagwell fuera o no un buen jugador, sino el hecho de que Bagwell no se caracterizó por ser un jugador extraordinario como lo fuese Bonds, Griffey, Thomas o Palmeiro, para que ameritara una inclusión en los primeros 50, aunque no hay dudas de que si ha sido uno de los más consistentes. A continuación podrán observar los rankings en wRC (Carreras Creadas en base a WOBA) durante la carrera de Bagwell:
TemporadawRCRanking
199199.427
199297.725
1993106.326
1994124.62
199591.436
1996153.64
1997145.24
1998131.913
1999159.81
2000152.55
2001138.110
2002122.116
2003119.816
2004103.840
200514.7NR
En el lugar 47 observamos a Kid Nichols quien para muchos es un desconocido ya que este jugó a finales del siglo XIX y comienzos del XX. James resalta sobre este lanzador su consistencia en la lomita, ganando 30 juegos en 7 ocasiones. James atribuye la relativa tenue fama de este jugador a la forma en cómo agrupamos los jugadores de finales 1800s y comienzos de 1900s esto debido a la forma en que se desarrollaba el juego.
Aquí  de igual forma James incluye a los primeros cátchers de la lista, colocando a Berra en el puesto 41,  a Bench en el 44 y a Campanella en el 53. Creo no estar sólo en la opinión de que la posición de cátcher debe ser la más subestimada del juego considerando lo difícil y agotadora que es ésta. Dentro de las ocupaciones del cátcher se encuentra manejar al lanzador, transmitir la señas del manager desde el dogout, estar atento a los corredores en bases, movilizar el cuadro (aunque últimamente esta función la lleva a cabo el coach de banca), todo esto estando agachado durante 9 extenuantes entradas. Quizás por esto es que en cada época solo sobresalen uno o dos cátchers. Por ejemplo en la actualidad tenemos a Mauer, en los 90s teníamos a Piazza, en los 80s teníamos a Carter, en los 70s a Bench, en los 50s a Campanella y a Berra. Cabe destacar que Latinoamérica ha tenido su buena camada de  cátchers, aunque estos se han destacado más a la defensiva que a la ofensiva (con excepción de Javy Lopez y Jorge Posada) como lo fueron el panameño Manny Sanquillen, el dominicano Tony Peña y el boricua Benito Santiago.
Por otro lado es interesante es ver igualmente a Tony Gwynn y a Reggie Jackson separados por sólo tres espacios. Hace unos meses en este blog publiqué un artículo comparando a ambos, en el cual levantábamos el punto de lo engañosa que podía resulta la estadística del promedio de bateo. Vemos que nuestro análisis no distaba mucho del de James.
61Eddie Murray71Al Simmons
62Johnny Mize72Mickey Cochrane
63Harmon Killerbrew73Ken Griffey Jr.
64Rod Carew74Roberto Clemente
65Buck Leonard75Frank Thomas
66Joe Jackson76Cool Papa Bell
67Cristobal Torriente77Ernie Banks
68Hank Greenberg78Steve Carlton
69Willie McCovey79Mike Piazza
70Home Run Baker80Roberto Alomar
En esta parte de la lista James hace mención de los primeros latinoamericanos con Rod Carew, Roberto Clemente y Roberto Alomar. Podemos ver una comparación de las carreras de estos tres peloteros en el siguiente cuadro:
JugadorHitsHrsBases RobadasAVGOBPSLUGOPSRC
Rod Carew305392353.328.393.429.8221595
Roberto Clemente300024083.317.359.475.8341558
Roberto Alormar2724210474.300.371.443.8141575
81Tim Raines91Brooks Robinson
82Willie Stargell92Greg Maddux
83Three Finger Brown93Barry Larkin
84Paul Waner94Carl Hubbell
85Minnie Minoso95Martin Dihigo
86Willie Wells96Robin Roberts
87Ron Santo97Carlton Fisk
88Frankie Frish98Kirby Puckett
89Sam Crawford99Ed Delahanty
90Al Kaline100Billy Williams
Finalmente en la parte final de la lista de los mejores 100 jugadores de James, éste hace honor a dos de los más grandes peloteros latinoamericanos de todos los tiempos como son los cubanos Minnie Minoso y Martin Dihigo. Dihigo fue otro de los grandes jugadores que jugaron durante la temporada de 1937 en el béisbol de la República Dominicana.
Agradecimientos a www.carlostrinidad.net (Galería 360). Con la tecnología de Blogger.

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