LUIS DIAZ EN LOS DEPORTES

Por el gran parentesco que tiene con Miguel Cabrera tanto en el físico como en su juego, el destino y quienes le rodean le han puesto la vara muy alta a Nelson Gómez. Sin embargo, esto no parece intimidar al antesalista oriundo de la sección El Mamey, de Puerto Plata.

“Me siento orgulloso por eso y me gusta que me comparen con él”, manifiesta Nelson Gómez, el prospecto de 16 años, 6´1 de estatura y 210 libras, a quien los Yankees de Nueva York firmaron por 2 millones 250 mil dólares, el bono más alto recibido por antesalista alguno en Julio 2.

“Voy a seguir poniendo de mi parte para, si Dios quiere, ser tan bueno como Miguel Cabrera”, expresa con una seguridad que asombra.

Este pacto deja atrás al rubricado por el venezolano Renato Núñez en 2010 con los Atléticos de Oakland (US$2. 2millones) y por el romanense Ángel Villalona y los Gigantes de San Francisco en 2006 ((US$ 2.1 millones).

Por su gran parecido con la estrella de Venezuela y los Tigres de Detroit, un total de 32 buscatalentos de esa nación suramericana vinieron al país en interés de ficharlo.

“A Nelson Gómez no habrá quien lo aguante en las Menores. Va a explotar ese pitcheo”, vaticina Víctor Báez, quien lo recibió a la edad de 13 años en el programa que opera en Nigua y del que han saltado al profesionalismo un 219 peloteros.

“Yo les puedo decir que estamos en presencia de otro Miguel Cabrera, de un futuro triple corona porque es un bateador completo con un poder extraordinario por todas las bandas”, enfatiza Báez.

Guerra de papeletas
Señala que los Nacionales de Washington, los Medias Blancas de Chicago, los Cardenales de San Luis y otras tres organizaciones que no mencionó deseaban quedarse con los servicios de Gómez.

“Ellos también querían firmarlo por muy buenos montos, pero los Yankees mostraron un cariño especial”, destaca Báez. “El Gordo”, como es apodado, es el más pequeño de los tres hijos procreados por María Florinda Santos, ama de casa, y Nelson Gómez, quien hasta hace poco laborada en la banca de apuesta deportiva Gálaxy Sport, allá en El Mamey. “Estamos muy agradecidos con Dios por este regalito que nos tenía guardado”, declara el orgulloso padre, un fanático aguilucho que en sus años mozos también jugó béisbol.

Resalta que su vástago puso un gran empeño en desarrollarse en este juego.

Recuerda que cuando la familia optó por traerlo a Nigua él pasó unos primeros días muy difíciles porque nunca se había alejado de la misma. “Se deprimió mucho, pero puso de su parte porque desde chiquito ha sido un enamorado del béisbol y ser pelotero fue lo que siempre quiso”, agrega Gómez.