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Jóvenes apagafuegos

BOSTON -- Los lanzadores novatos de los Cardenales de San Luis siguen escuchando que hay mucho en juego en esta época del año, con la historia a punto de dar un veredicto final. Cuando es octubre en el Fenway Park y hay un título en juego, es permisible que un jugador joven sienta latir rápido su corazón y que sude por la tensión y la emoción del momento, ¿no es así?
El coach de lanzadores de los Cardenales Derek Lilliquist estaba consciente que los chicos quizás tendrían una tendencia a emocionarse demasiado en estos partidos, así que les dio unas simples guías a seguir mientras San Luis se preparaba para medirse a los Medias Rojas de Boston en la Serie Mundial.
Trevor Rosenthal Cardenales
Michael Ivins/Boston Red Sox/Getty ImagesRosenthal ponchó los tres contrarios en la novena entrada para llevarse el salvamento.
"Lo quisimos hacer para minimizar lo más posible sus distracciones", dijo Lilliquist. "Les dijimos que tomaran todo con calma, un lanzamiento a la vez. Que se disfruten el momento. Y que se aseguren de respirar".
Lilliquist no le dio ninguna instrucción especial a Carlos Martínez y Trevor Rosenthal sobre lanzar con fuego. Ellos improvisaron ese final.
La victoria de los Cardenales 4-2 sobre los Medias Rojas el jueves se forjó gracias a la convergencia de varias historias. Carlos Beltrán volvió de su lesión en las costillas para darles inspiración y un par de cañonazos hacia el jardín derecho. El abridor Michael Wacha lució excelente, y San Luis se pudo sacudir la decepción de la derrota en el primer juego de la Serie 8-1 para volver a jugar su béisbol a "la manera de los Cardenales". Ahora la serie está empatada y en camino a San Luis, donde los Cardenales tuvieron marca de 54-27 en la temporada regular en el Busch Stadium.
El factor "oh wow" del Juego 2 lo dio la parte trasera del bullpen, donde el tema predominante fue "Buenos días, buenas tardes y buenas noches".
Luego que Wacha lograra seis entradas efectivas, el manager Mike Matheny se fue con la juventud y el poder el resto del camino. Primero vino Martínez y ponchó tgres bateadores en dos entradas en cero. Entonces entró Rosenthal y ponchó a los contrarios con 11 pitcheos en la parte baja de la novena, y entonces llegó la hora de que todos se estrecharan las manos y se prepararan para abordar el avión fletado de regreso a casa.
Las estadísticas ni siquiera comienzan a describir lo impresionante que lucieron Martínez y Rosenthal. De los 35 lanzamientos que ambos derechos hicieron, 28 fueron strikes. Y uno tendría que buscar bastante para encontrar alguno de esos pitcheos que se pueda clasificar como "bateable".
Martínez lanzó su recta entre las 94 y 98 mph y ponchó a Shane Victorino y Dustin Pedroiacon curvas que parecían injustas.
Rosenthal abandonó su regimen de lanzamientos quebrados para lanzar 11 rectas consecutivas. ¿Quieren eficiencia? ¿Qué les parece esto como eficiencia?
Vino con rectas de 96, 97, 97 y 98 mph para sacar de paso a Jonny Gomes sin tirarle. Lanzó bolas rápidas de 97, 98 y 98 para despachar a Jarrod Saltalamacchia abanicando. Y luego hizo que Daniel Nava se ponchara tirándole a rectas de 95, 97, 98 y 99 millas para recibir el apretón de manos ganador de parte del receptor Yadier Molina.
Cada pitcheo fue formidable, e igual o más fuerte al pitcheo que le precedió. El aplomo es una cosa maravillosa. Pero en el esquema general de las cosas, nada es mejor que el fuego.
"Les ayuda tener el arsenal que ellos tienen", dijo el jardinero izquierdo de los CardenalesMatt Holliday. "Sí, ellos vinieron y lanzaron de forma impresionante. Pero ayuda cuando Martínez les lanza sinkers a 90 mph y las rectas invisibles a 100 mph de parte de Trevor. Ellos fueron dominantes".
Un juego no necesariamente significa que la balanza se va a inclinar en favor de San Luis. Pero si hay algo en claro: Los Medias Rojas no van a chocar sus zapatos, se van a despertar en Missouri y van a encontrar a José VerasAl Alburquerque y Joaquín Benoitsaliendo del bullpen del equipo contrario en las entradas finales. Boston tuvo un incentivo de trabajar conteos largos y sacar a los abridores de Detroit del partido lo más rápido posible en la ronda anterior. Pero ante los Cardenales, esa estrategia quizás no les resulte tan bien.
Los Cardenales están de vuelta en la Serie gracias en parte al imperturbable Wacha, quien logró una buena actuación para complementar la salida que tuvo ante los Piratas en la Serie Divisional de la Liga Nacional, y que le salvó la vida a los Cardenales. Wacha batalló para hacer 114 lanzamientos, y llevaba una blanqueada, hasta que le permitió cuadrangular de dos carreras a David Ortiz en la sexta entrada.
Si hubo una secuencia fundamental una vez que los Cardenales se fueron en ventaja 4-2 en la séptima entrada, vino por una decisión valiente de Matheny sobre su bullpen en la octava entrada.
Luego que Jacoby Ellsbury se embasara por error de Matt Carpenter al abrir la entrada, Matheny tenía al especialista zurdo Randy Choate listo para medirse a Ortiz. Choate ha mantenido a los zurdos con promedio de .176 en esta temporada (15-en-85), así que habría sido una movida convencional. Pero a Matheny le gustaba la forma en que la pelota estaba saliendo de la mano de Martínez y se quedó con el chico. Martínez permitió sencillo dentro del cuadro a Ortiz, y luego retiró a Mike Napoli con un elevado inofensivo para acabar la amenaza.
Martinez, quien se sentía decepcionado consigo mismo luego de permitir una carrera en el juego inicial de la Serie, volvió al dugout donde fue recibido con choques de manos por sus compañeros y un gran abrazo de parte de Lilliquist, quien simplemente le dijo, "Gran trabajo". No había que decir nada más.
Los dos relevistas ases de San Luis tienen orígenes marcadamente diferentes. Martínez, nativo de República Dominicana, firmó con Boston por un bono de $140,000 en el 2009, solo para que se le revocara el contrato debido a un caso de fraude de identidad que salió a relucir durante la revisión de su pasado. Los Cardenales lo firmaron un año más tarde, y se propulsó sin freno al tope de su lista de prospectos. Ahora está en el bullpen a la espera que se abra una oportunidad a tiempo completo en la rotación.
Rosenthal creció a 20 minutos de Kansas City en la ciudad de Lee's Summit, Mo., y asistió al Cowley County Community College en Kansas con la intención de jugar en el campocorto o la tercera base. Demostró suficientes habilidades como jugador del cuadro y lanzador a tiempo parcial para generar interés de los programas de División I en Oklahoma State y New Mexico State.
Pero la carrera de Rosenthal cambió de forma instantánea cuando se trepó al montículo en un torneo de postemporada en Wichita. El escucha de San Luis Aaron Looper, primo del ex lanzador de Grandes Ligas Braden Looper e hijo del veterano ejecutivo de Grandes Ligas Benny, recopiló la suficiente información tras haberlo visto en una actuación en una entrada para convencer a los Cardenales que seleccionaran a Rosenthal en el sorteo. Ellos lo escogieron en la ronda 21, lo firmaron con un bono de $65,000 y lo colocaron bastante alto en su cadena organizacional.
Ahora Rosenthal y Martinez han llegado oficialmente a San Luis. Edward Mujica consiguó 37 salvamentos como el principal cerrador de los Cardenales durante gran parte de la temporada, y John Axford llegó con credenciales de cerrador en un cambio a finales de agosto con Milwaukee. Pero son los chicos quienes hacen sentir más cómodo a Matheny en las entradas finales. Ellos encontraron rápidamente un hogar en San Luis.
Carlos Martínez Cardenales
Rob Carr/Getty ImagesMartínez permitió apenas un hit en dos entradas de trabajo, sin permitir anotaciones.
"Carlos no habla mucho, y Rosey siempre anda en su pequeño mundo", dijo Choate. "Él solo trata de llegarle a los veteranos con sus payasadas, pretendiendo que es un tipo 10-5 (años en MLB y años en el mismo equipo. Eso es lo que hace grandioso a Rosey. No hay muchas cosas que lo molesten. Cuando él sale allá afuera y permite un palo o una base por bolas, se olvida de ello y se enfoca en el siguiente bateador y lo poncha".
La mayor falla de Rosenthal es una barba que no está a la par con el vello facial que están llevando los Medias Rojas en esta postemporada.
"Es terrible", dijo Choate. "Le dije eso desde el inicio. Todos le hemos rogado que se afeite, pero probablemente esa es la razón por lo que no lo ha hecho. Rosey solo quiere ser diferente".
A pesar de tener un toque de agitador en él, Rosenthal apela al conocimiento colectivo de los veteranos y aprende algo nuevo cada día. Cuando se sienta en el bullpen con Choate, Axford y Mujica y ve a tipos como Beltrán y Adam Wainwright caminando por el camerino, eso le da una sensación de calma.
"Nosotros tenemos todos estos jugadores veteranos que han estado en esta situación y que han estado en la postemporada y en la Serie Mundial", dijo Rosenthal. "Es bueno recoger sus conocimientos y echarle una mirada al éxito que han tenido y tener la confianza de que vamos a poder repetir eso".
Como suele afirmar el ex manager de los Tigres Jim Leyland, la experiencia es grandiosa, pero no sustituye al talento. Carlos Martínez y Trevor Rosenthal son jóvenes, habilidosos y están metidos totalmente en su elemento en esta postemporada. Con cada aparición, ellos le están demostrando a los veteranos que tienen sus propias lecciones para impartir

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