Uno de los peleadores más impresionantes a finales de la década de los años setentas fue el semipesado Matt Franklin, quien luego de ingresar a la religión musulmana adquiere el nombre de “Matthew Saad Muhammad”Ö Era un moreno nativo de Filadelfia con un origen muy frágil, su madre prácticamente no la conoció, murió siendo un niño, su padre nunca lo vio. A la falta de su madre una tía trató de protegerlo, pero los gastos familiares de dispararon por lo tanto que comían él y su hermano mayor, dos pequeños infantiles aun. La tía-madrasta lo dejó frente a una estación de policía y de allí fue llevado a un refugio de huérfanos.
Creció lleno de hambre, furia y soledad, pero sobre todo, amor. Luego pasa a una casa de monjas donde es bautizado como Matt Franklin, ya que era tan pobre que ni nombre tenía.
GRAN CAMPEON: A pesar de sus limitaciones, Franklin incursiona en el boxeo y desarrolla un físico impresionante, no pudo ser un peso pesado como soñaba, pero sí un enorme y fornido semipesado, el mejor físico, con boxeo elegante y pegada mortífera, cualidades que le llevaron en 1979 a noquear al zurdo Marvin Johnson y ganar el cetro CMB, en la que fue la pelea del año, visitando la lona ambos en varias ocasiones, fue el corazón de Franklin, quien se impuso en el patio del campeón.
Realizó ocho defensas exitosas privando a la esperada esperanza Yaqui López, al luego campeón John Conteh, entre otros, hasta caer a manos de Mark Braxton en 10 rondas, quien de paso se llamó Dwight Muhammad Qawi, también arrodillado al Corán. Qawi fue su verdugo al noquearlo de nuevo en la revancha y ponerlo prácticamente en retiro.
RECOMPENSA: En 1979, Mattew Saad Muhammad sorprende al mundo y ofrece una recompensa de 700 mil dólares a quien le conectara con sus raíces, con su padre o su “tía” o hermano; pasó el tiempo y... ¡nada! ¡nadie encontró a sus familiares! La verdad es que vivió uno de los dramas humanos más catastróficos que he conocido.
FIN: El ex monarca semipesado CMB murió el domingo en un hospital en su ciudad natal de Filadelfia a los 59 años. Fue llevado al Salón de la Fama cuando gozaba de salud y aunque murió joven, tuvo una vida muy favorable, gracias al boxeo, que la que sus padres le dieron.
RECONOCIMIENTOS: El inglés Ricky “The Hitman” Hatton, noqueado por Floyd Mayweather y Manny Pacquiao, ha encontrado otra manera de ser una figura de primera fila, con el altruismo y dirigiendo a púgiles jóvenes.
El CMB le otorgó una medalla y una placa conmemorativa y su programa WBC Cares, el cual se encarga de ayudar a niños alrededor del mundo. Los reconocimientos fueron autorizados por José Sulaimán, antes de morir, y le fueron entregados por otra gloria británica, el ex campeón John H. Stracey.
HACIA CHINA: Los campeones latinos de nombres cortos, se le está agotando la alfombra roja y han tenido que caminar sobre espina, ya vimos a Oxandra marcharse a Suráfrica; ahora le toca al jamaiquino Nicholas Walters, a quien le apodan “El Hombre Hacha”, viajar a China a exponer su corona.
Nicholas es un viajero natural, es rey del peso pluma, pero su carrera no la hizo en Kinsgton, tuvo que irse a Panamá y ganarse a los mejores de su peso allí. Ahora tendrá de frente el próximo sábado 31 al armenio Vic “ Raging Bull “ Darchinyan, un ex campeón supermosca.
El escenario de Macao al parecer tiene buena paga, hay bolsas muy jugosas para los visitantes, pero lo lejano del viaje disminuye la abundancia.
Será la segunda defensa del centro CMB para Nicholas, quien tiene como apoderado al buen amigo Jacques Deschamps.
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