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Las 10 mejores decisiones del 2013

Tomémonos un descanso de estos días finales bastante atareados en esta temporada y echémosle una mirada a las 10 mejores decisiones de esta campaña. Para mí, estas decisiones fueron basadas en un buen análisis o un buen sistema de escuchas o ambos, con una oportunidad razonable de que salieran bien. Firmar a Zack Greinke es fácil. Tener aScott Kazmir y que te haya salido bien es buena suerte. Esas fueron decisiones calculadas que rindieron frutos.
10. Los Tigres no pagaron de más por un cerrador. A lo largo de la temporada baja, durante los entrenamientos primaverales y en abril y mayo, hubo muchas quejas y reclamos de que los Tigres salieran a adquirir un cerrador probado. El gerente Dave Dombrowski se resistió y eventualmente el veterano preparador Joaquín Benoit tomó las riendas como cerrador... y ha sido perfectamente grandioso, con marca de 4-1, efectividad de 1.94 y 23 salvamentos y apenas un rescate desperdiciado. ¿Para qué dar un buen prospecto por un cerrador cuando no es tan difícil encontrar uno?
9. Los Rays adquirieron a Yunel Escobar. El año pasado, los Rays se desesperaron tanto por la ofensiva en el campocorto que eventualmente Joe Maddon tuvo que mover a Ben Zobrist allí. Escobar pasó de Toronto a Miami en el mega cambio de José Reyes-Josh Johnson-Mark Buehrle, y entonces Tampa Bay lo obtuvo por el prospecto marginal Derek Dietrich. Escobar tuvo muchos problemas en Atlanta y Toronto, pero no ha tenido ninguno en Tampa. Los Rays no entraron en pánico cuando Escobar bateaba menos de .200 a mediados de mayo. Logró darle vuelta a las cosas y ha logrado números sólidos de .258/.333/.370 en esta temporada. En estos días, esa es una buena ofensiva para un torpedero.
8. Los Dodgers firmaron a Hyun-Jin Ryu. A pesar de todo lo que se ha hablado sobre la enorme nómina de los Dodgers, ellos trajeron a Ryu desde Corea por una posta de $25.7 millones y un contrato razonable de seis años y $36 millones. Eso es cerca de $10 millones para un lanzador que ha logrado marca de 14-7 con efectividad de 2.97. Eso es solo $8 millones más que lo que los Cachorros le dieron a Edwin Jackson por cuatro años, y quien ha tenido efectividad de 4.74. Atribúyanselo al buen sistema de escuchas.
7. Los Atléticos consiguieron en cambio a Jed Lowrie. Oakland tuvo una producción terrible de parte de sus torpederos en el 2012 y solo tuvo que entregar al primera base/designado Chris Carter para adquirir a Lowrie, quien es propenso a lesiones. Fue un cambio con poco riesgo para los Atléticos pero con mucha posibilidad de recompensa: Sí, Carter tenía poder pero nunca va a ser una estrella gracias a sus ponches. Lowrie se ha mantenido saludable y ha sido uno de los torpederos con mejor ofensiva en todo el béisbol.
6. Los Rojos consiguieron en cambio a Shin-Soo Choo. Este fue el ejemplo perfecto de un equipo que identificó una necesidad obvia -- los Rojos necesitaban un primer bate -- y salieron a resolver su problema. A pesar de sus problemas ante los zurdos, Choo es segundo en la Liga Nacional en porcentaje de embase, boletos y carreras anotadas. Su defensiva en el jardín central ha sido un problema menor y los Rojos se encaminan a la postemporada.
5. Los Medias Rojas adquirieron buenos tipos para el camerino. Más importante aún,Shane VictorinoMike Napoli y Jonny Gomes también produjeron en el terreno. Victorino fue una firma que a mí me gusto a pesar de qur fue algo criticada -- Me gustaba la idea de tener un segundo jardinero central en el jardín derecho y una buena opción en caso de queJacoby Ellsbury se lesionara. La ofensiva de Victorino ha sido un bono y su defensiva ha sido tremenda.
4. Los Marlins le dieron a José Fernández un trabajo luego de los entrenamientos primaverales. Fernández no lanzó más arriba de Clase A el año pasado, así que cuando abrieron los entrenamientos de los Marlins todo el mundo se preguntaba cuál era la razón por la que el equipo lo estaba apresurando para comenzar su servicio en MLB cuando los Marlins no iban a jugar bien en esta temporada. Pero algunas veces uno tiene que hacer lo que parece obvio: Como Dwight Gooden en 1984, Fernández tenía que estar en las Grandes Ligas porque era demasiado bueno. Todo lo que hizo Fernández fue lograr efectividad de 2.19 y aguantar a los contrarios a un OPS de .522, la más baja para un abridor desde Pedro Martínez en 2000.
3. Los Piratas firmaron a Russell Martin. Los Piratas hicieron varias movidas interligantes -- conseguir en cambio a Mark Melancon, darle el trabajo de cerrador a Jason Grilli, firmar aFrancisco Liriano (aunque esta produjo una recompensa más grande que lo que alguien más pudo haber imaginado) -- pero Martin fue una movida por debajo del radar que le resolvió un gran problema para los Piratas. El año pasado, los Piratas permitieron 154 bases robadas mientras atrapaban apenas a 19 contrarios, un abismal 11 por ciento de atrapar corredores. Gracias a Martin, lograron recortar ese total a 93 robos, y aumentaron los atrapados a 43, un 32 por ciento (Martin ha atrapado al 40 por ciento). Martin es además uno de los mejores receptores en eso de disimular donde cae la pelota (en inglés se llama framing), y su ofensiva ha estado por encima del promedio de la liga. Con eso, y lo que él significa detrás del plato, podríamos verlo recibir algunos votos en la boleta del JMV.
2. Los Dodgers subieron a Yasiel Puig. Ahora parece una decisión fácil, pero este era un chico de 22 años con apenas 67 juegos de experiencia en liga menor, 40 de ellos en béisbol por encima de Clase A. Requirió algo de agallas para subirlo a principios de junio, aunque la movida haya sido motivada por algo de desesperación. Hay que darle crédito a los Dodgers por analizar de forma correcta la habilidad nata y creer que él podría brillar en las Mayores.
1. Los Cardenales movieron a Matt Carpenter a la intermedia. Probablemente se pueda contar con una sola mano el número de conversiones de la antesala a la intermedia; en raras ocasiones los jugadores se mueven a una parte del terrenod onde el espectro defensivo es más difícil, razón por la cual muchos esperaban que Carpenter volviera a su rol de sustituto. Pero en Carpenter los Cardenales tuvieron al pupilo perfecto: Un jugador en su segunda temporada que quería una oportunidad en la alineación regular, pero también un chico de 27 años con más madurez que muchos jugadores de segundo año. Es un jugador inteligente con una buena ética de trabajo. Además, los Cardenales sabían que podía batear, pero no esperaban un promedio de .324 con 55 dobles.

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