Chris Trotman/Getty ImagesFloyd Mayweather se vio obligado a adelantar su choque ante Canelo Álvarez
Si la primera ronda de PPV en el 2014 fuera un juego de naipes, yo no tengo ninguna duda: Floyd Mayweather tiene las peores cartas. Su nuevo invento de pedir la opinión de los fanáticos para elegir al nuevo rival, quizás sea el aviso de que esta vez teme perder en la bajada todo lo que ganó en la subida y hasta se vea obligado a afrontar el combate que no desea afrontar.
El calendario ya definitivo no deja mucho lugar a la imaginación e invierte el orden que premió a Floyd con el primer lugar en la segunda tanda del 2013: Floyd-Canelo, Bradley-Márquez y Pacquiao-Ríos. Esta vez, Mister Money pelea de último y tomando en cuenta a cualquiera de los dos rivales que evalúa enfrentar ninguno tiene peso en el PPV.
El panorama luce preocupante y tan peligrosamente preocupante que hasta podría provocar que sin pretenderlo, Floyd Mayweather Jr. se vea obligado a pelear contra Manny Pacquiao. Pero vayamos por partes.
El programa de PPV para lo que llamamos la primera ronda del 2014, establece lo siguiente: 8 de marzo en Las Vegas, Saúl Canelo Álvarez ante Alfredo El Perro Angulo; el 12 de abril en Las Vegas, Timothy Bradley contra Manny Pacquiao y tres semanas después, el 3 de mayo y también en Las Vegas, Floyd Mayweather Jr. ante Amir Khan o Marchos Chino Maidana. En menos de dos meses, tres carteleras de pague para ver.
La primera batalla (Álvarez-Angulo) podrá tener detractores, pero entre otras cosas se trata de un duelo entre mexicanos con muchos seguidores, porque Canelo aún los tiene. Pese a su mala actuación contra Mayweather aún conserva mucho del crédito que permitió una venta millonaria de hogares ese día. Angulo es un rival adecuado y elegido de manera inteligente. Estimo que sumando el interés que despierten las peleas de respaldo, habrá una buena venta ese día.
En abril se enfrentan Timothy Bradley y Manny Pacquiao en una pelea con mucho morbo. Si gana Bradley ya todos saben que cruzará la frontera para enfrentarse a Juan Manuel Márquez en una revancha marcada por la despedida de Dinamita en el Estadio Azteca. Márquez, que persigue el sueño de la quinta corona, seguramente estará en asistiendo desde la platea y seguramente habrá una tremenda incógnita si el combate termina con una victoria del filipino. ¿Aceptara Márquez una quinta pelea contra el PacMan?
Si al respaldo mexicano que tendrá ese duelo, le sumamos el papel que en su promoción tendrá Juan Manuel Márquez, las ventas de PPV serán bastante importantes, porque no olvidemos que Manny Pacquiao tiene su propio público lo que de antemano asegura un piso cercano al medio millón de cajas.
Esas dos peleas, en la teoría deberían ser el abrebocas para la presentación de Floyd Mayweather Jr el 3 de mayo, sin embargo puede ocurrir todo lo contrario y el preámbulo solo sirva para construir la tumba del fracaso. Es muy sencillo explicarlo: si tanto en el Canelo-Angulo como en el Bradley-Pacquiao asistimos a un mal espectáculo, es natural imaginar que aquellos aficionados dispuestos a pagar los tres PPV, serán los primeros en convencerse de lo contrario, por aquella vieja frase: "no hay dos sin tres".
Pero hay otras razones para preocupar a Mayweather sobre el posible fracaso de su cartelera: los rivales. Amir Khan es un oponente a modo y sin atracción mediatica en USA (lo saben hasta los nenes de pecho), mientras que Maidana es demasiado lento para Floyd. ¿Conclusión? La amenaza es que cualquiera sea el rival, la batalla promete ser un homenaje al bostezo.
La estrategia para mejorar el interés de los aficionados, sin duda alguna, pasa en la calidad de las peleas de respaldo en el programa La pelea de Johnny González vs. Abner Mares II se cayó cuando estaba ya confirmada para ese programa y quedo como una única candidata con morbo y promesa de fuegos artificiales la de Maidana-Broner II. Yo pienso que finalmente Floyd enfrentará a Khan, una batalla para la cual el británico ya firmó el contrato y el argentino será el segundo plato fuerte. Tal vez nos venderán algo así como una eliminatoria: Si Maidana vence otra vez a Broner, entonces se las verá con Floyd en septiembre.
La duda es si los aficionados se comen la pastilla y aceptan gastar en un programa estelar que en las dos principales peleas no tendrá a ningún mexicano.
Hoy, por donde se le mire, para Floyd Mayweather el panorama luce preocupante en términos de ganancias y también en espacio de tiempo para promover el evento. No olvidemos que desde la mitad de febrero los reflectores alumbrarán exclusivamente a mexicanos. Primero Julio Cesar Chávez Jr. que tiene una esperada revancha ante Brian Vera el primero de marzo y una semana más tarde el PPV de Canelo-Angulo.
Luego de esa batalla y hasta el 12 de abril, la prensa boxística acompañará los preparativos del Bradley-Pacquiao y la sombra cercana de Juan Manuel Márquez como el comodín de la campaña publicitaria. ¿Qué nos queda para Floyd? Tres semanas apenas, para convencer a más de un millón y medio de aficionados a que compren su pelea. Parece poco tiempo.
En septiembre último, luego de la decepción que en todos provocó el Floyd vs. Canelo con sus más de dos millones de PPV, los dos eventos que le siguieron en este sistema pagaron las consecuencias y hubo ventas regulares en Márquez vs Bradley y Pacquiao vs. Ríos. Aunque cabe una importante salvedad: para cualquiera de esas peleas una venta promedio de medio millón de hogares no arroja pérdidas. Sin embargo, debido al valor de su contrato televisivo, Mayweather necesita vender ese número multiplicado por tres.
Como dicen los grandes jugadores de póker, "nadie se salva de perder alguna vez, pero hay que reconocer que existe un vínculo inevitable entre las malas cartas y el mal juego". Y esta vez, todos sabemos quién tiene las peores cartas: Floyd Mayweather Jr. Sin embargo y aunque resulte una paradoja, si esa debacle sucediera la misma puede ser la puerta hacia la batalla que todos anhelamos ver algún dia: Mayweather vs. Pacquiao.
El año pasado, debido a la mala venta del Mayweather-Guerrero, la necesidad de equiparar la ecuación perdidas-ganancias obligó a adelantar en el tiempo la batalla de Floyd contra Canelo. Los números fueron buenos, ya todos los sabemos, pero se agotaron las alternativas de futuro. Si esta vez hay un nuevo fracaso, tal vez, respaldada por la fuerza del contrato y la necesidad de no perder más dinero, la cadena Showtime obligue a que Floyd tome de una buena vez la de antemano vaticinada como la batalla de mayor recaudación de todos los tiempos y se enfrente con el filipino. A veces, no hay mal que por bien no venga. Ojala sea esta, esa vez.
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